UNA TIENDA PRADA EN MEDIO DEL DESIERTO


Desde luego, lo que se ve a través del escaparate es real: treinta y una piezas (bolsos y zapatos, solamente) son de la marca italiana, en concreto de su colección de 2005, pero la tienda de la foto no es una tienda: tiene categoría de museo y es, en realidad, una escultura creada ese mismo año por la pareja de artistas escandinavos Elmgreen & Dragset.



La pareja artística está formada por el danés Michael Elmgreen y el noruego Ingar Dragset. Ambos comenzaron a trabajar juntos en 1995 explorando las relaciones entre el arte, la arquitectura y el diseño y sus relaciones con la sociedad y el mercado del arte.

El 1 de octubre de 2019, conmemorando el decimoquinto aniversario de la inauguración de su instalación, la pareja de artistas regresó por primera vez a Valentine y contaron aspectos relativos a su fijación por la marca, protagonista de estas dos obras. «A comienzos de siglo comenzamos a darnos cuenta de que toda la gente que acudía a inauguraciones solía vestir de Prada –explicaron–. De ahí surgió la idea del proyecto en la galería de Tanya Bonakdar en el barrio de Chelsea, con el anuncio en el escaparate de la inminente apertura de una tienda de Prada. La gente pensaba que eso era así y no entraba en la galería. Fue un proyecto muy guay, pero a la galerista no le gustó nada, porque no vendió nada de nada mientras estuvo “expuesta” nuestra obra».


Prada Marfa terminó de popularizarse hace unos pocos años, después de que la cantante Beyoncé publicara en su cuenta de instagram (con más de 145 millones de seguidores) una foto en la que se la ve saltando delante de la obra más famosa de Elmgreen & Dragset.